23 de abril de 2013

La verdá


Estoy hasta la madre de gente loca.

Pero así en serio hasta la madre. Necesito personas normales en mi vida, que no me pidan más de lo que se supone puedo dar, y que si se los doy pues es porque me nace, no porque me están obligando a darlo. 

Cansada de que me hagan panchos por babosadas, por muchas babosadas, que si te hable feo, que si no me rei de tu chiste tonto, que si no te avise que es lo que iba a hacer, que si me voy o vengo. Bien pinche cansada de tener que andar viendo si no dañe susceptibilidades, de si lo que dije era o no era lo correcto en ese momento.

Siempre he sido partidaria de mantener la pose, o la imagen, o no dejar que se caiga el teatro a la primera de cambio, pero eso a conveniencia, no para que alguien más este tranquilo o no se enoje o no se moleste. 

Y no lo volveré a hacer.

¿Te enojaste?, Que pena.
¿Te molesto?, Ni pedo.
¿Fui muy muy mala?, Quizás es por algo.

A fin de cuentas, si se quieren enojar conmigo por una actitud que nomas no les latio o algo que sintieron personal, pues ni modo, dos trabajos tienen, enojarse y contentarse, que aquí no estamos para darle gusto a nadie, psss ni que fuera restauran.

Que pinche gente loca me cae!!!

1 comentario:

ѕocιaѕ dijo...

es mejor mandarlos al demonio de una vez antes de que terminen con tu estabilidad mental, lo mejor siempre es actuar así, no podemos caerle bien a todos o complacerlos incluso a nuestros amigos, ya cada quien entenderá lo que tiene que entender. El que se enoja pierde, deja que pierdan los demás